Con la publicación del Decreto 341/2025, el Ejecutivo oficializó su decisión de desvincularse de la negociación nacional de los salarios docentes, delegando esa tarea a los gremios y a las provincias. Esta medida marca un cambio profundo en el esquema de paritarias que regía desde hace años en el país.
La Secretaría de Educación ya no participará activamente en las mesas salariales, limitándose a aprobar o rechazar los acuerdos según la disponibilidad presupuestaria, en el marco del Programa Nacional de Compensación Salarial Docente. En los hechos, el Gobierno mantiene su poder de veto, aunque ya no esté en la mesa de negociación.
Desde Casa Rosada argumentan que esta decisión forma parte de una estrategia para reducir la intervención estatal y mejorar la eficiencia del gasto público. Sin embargo, referentes gremiales y del sector educativo cuestionan lo que consideran un retroceso en la garantía de derechos y una transferencia de responsabilidades sin los recursos necesarios.
Con esta modificación, temas centrales como el salario mínimo docente, la carrera profesional y el calendario educativo pasarán a definirse exclusivamente dentro del Consejo Federal de Educación, sin la participación directa del Gobierno nacional. La medida profundiza el enfoque de ajuste sobre áreas sensibles como la educación, la salud y la ciencia.
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