La elección del nuevo Papa continúa sin definiciones. En la mañana de este jueves, se llevó a cabo la segunda votación del cónclave en la Capilla Sixtina, pero una vez más, el humo negro emergió de la chimenea, indicando que los cardenales aún no alcanzaron un consenso.
Desde la Plaza San Pedro, cientos de fieles esperaban con expectativa el color de la fumata, que volvió a ser negra, símbolo de que el Sumo Pontífice aún no ha sido elegido. La incertidumbre se mantiene y las deliberaciones continúan puertas adentro.
En la historia reciente, algunos de los cónclaves más rápidos necesitaron al menos cuatro votaciones, como fue el caso de Juan Pablo I en 1978 y Benedicto XVI en 2005. Por el momento, todo indica que el proceso actual podría extenderse un poco más.
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