En un acto realizado este jueves en la Casa de la Historia y la Cultura del Bicentenario, el Gobierno de Córdoba concretó la apertura de sobres de la licitación pública digital para la ejecución de la segunda etapa del Sistema de Provisión de Agua Potable en Quilino y Villa Quilino, una obra estratégica que beneficiará a más de 11.800 vecinos de las localidades de Quilino, Villa Quilino, San José de las Salinas y Lucio V. Mansilla.
Con una inversión de 7.998.774 dólares (equivalente a más de 9.278 millones de pesos) y un plazo de ejecución de 360 días, esta etapa forma parte del Plan Director del Sistema Quilino–Tuscal, diseñado para asegurar la cantidad, calidad y regularidad del suministro de agua hasta el año 2045.
El acto contó con una fuerte presencia institucional y regional. Participaron la intendenta de Quilino, Mabel Godoy; el subsecretario de Infraestructura de Saneamiento, José Chicala; funcionarios de Recursos Hídricos en representación del ministro Fabián López; y el ministro de Cooperativas y Mutuales, Gustavo Brandán. También acompañaron intendentes y presidentes comunales de localidades vecinas, reafirmando el alcance territorial del proyecto.
¿Qué incluye la segunda etapa?
En Quilino, se prevé el reemplazo completo de la cañería urbana: 58.400 metros de redes de distribución de diámetros entre 63 y 250 mm, y 2.300 conexiones domiciliarias.
En Villa Quilino, se sumarán dos perforaciones nuevas, una galería filtrante, una cisterna de 200 m³, 14.308 metros de redes y 400 conexiones.
En Lucio V. Mansilla y San José de las Salinas, se instalarán dos cisternas de un millón de litros, válvulas y accesorios clave para sostener la operación ante cortes de energía.
Antecedentes
Esta segunda etapa se construye sobre la base de lo ejecutado en la primera, inaugurada en 2023, que incluyó:
- Tres perforaciones en el paraje Perro Muerto (dos para Quilino y una para San José de las Salinas y Lucio V. Mansilla).
- Construcción de dos cisternas de 500.000 litros y una de 100.000 litros.
- Ejecución de más de 4.000 metros de cañerías y derivaciones como la del paraje El Tuscal, de 19 km.
Con la finalización de la segunda etapa, Perro Muerto contará con cinco cisternas activas, consolidándose como un nodo hídrico clave en la región.
Una obra con impacto social
“El objetivo es disminuir las pérdidas y garantizar que el agua que viaja por el acueducto llegue a la casa de cada uno de los habitantes”, destacó el subsecretario Chicala. Por su parte, la intendenta Mabel Godoy celebró este avance histórico para su localidad y subrayó el compromiso del Gobierno provincial de sostener la obra pública en un contexto económico complejo.
Este proyecto no solo fortalece la infraestructura esencial de la región, sino que también refuerza la integración territorial, la equidad en el acceso al agua y la planificación para las generaciones futuras.
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