El sacerdote Sergio Romero, perteneciente a la prelatura de Deán Funes, quedó en el centro de la polémica tras la viralización de un video que lo mostraría en una situación comprometida. Las imágenes, captadas por un camionero en plena ruta, generaron conmoción en la comunidad local y llevaron a que fuera apartado de sus funciones.
Según fuentes vinculadas al caso, el párroco habría ofrecido realizar un acto sexual que contradice su rol eclesiástico. Esto llevó a que el obispo Enrique Eguía iniciara una investigación por “comportamiento inapropiado a la dignidad sacerdotal”.
El mensaje del párroco: “Sigo fortalecido”
Luego del cimbronazo mediático, Romero rompió el silencio este jueves 8 de mayo. En un audio difundido por WhatsApp, el sacerdote agradeció los mensajes de apoyo recibidos y explicó que el obispo le indicó que la prelatura debía emitir un comunicado. “Sigo fortalecido por las oraciones de ustedes”, expresó con tono calmo.
En paralelo, el Instituto Sagrado Corazón de Deán Funes, donde el padre Romero trabajaba, decidió también apartarlo preventivamente mientras avanza la investigación.
La Iglesia, en silencio institucional
Hasta el momento, la prelatura no difundió mayores detalles sobre el contenido del video ni el curso de la investigación. Sin embargo, desde el entorno religioso ya se especula con posibles sanciones si se comprueba la veracidad de las acusaciones.
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